La educación en línea y la evaluación
La educación con tecnología y particularmente la educación en línea han propuesto nuevos
paradigmas en la educación superior. Las tendencias mundiales de la educación han invitado a la
comunidad académica a cambiar la verticalidad de las relaciones profesor-estudiante (con las
implicaciones jerárquicas que supone) por la horizontalidad en pro de una mayor interacción, del
aprendizaje continuo y compartido y de la creación de comunidades en las que sus participantes
reconocen en los otros el aporte valioso de sus conocimientos y experiencias. Esto ha significado
un cambio de roles entre estudiantes y profesores.
En el ámbito de la educación en línea, los recursos para evaluar también están mediados
por la tecnología. Los profesores pueden asignar tareas o trabajos a los que los estudiantes les
dediquen el tiempo suficiente para desarrollarlos a partir de un plan que incluya el análisis, el
planteamiento y la proposición, además de las acciones dirigidas a la forma (revisión y corrección
del texto). En este sentido, los ensayos, las reseñas, los artículos de opinión y los informes forman
parte de la variedad de trabajos en los que los estudiantes ponen en práctica los conocimientos
adquiridos a la vez que desarrollan o fortalecen sus habilidades comunicativas.
Lo anterior, en cuanto a las tareas que exigen un plan cuidadoso y el cumplimiento de
varias etapas. De manera paralela, también con alta exigencia aunque en condiciones de mayor
inmediatez, los foros son una excelente herramienta para evaluar el avance del estudiante en las
diferentes etapas. Los foros son espacios de comunicación asincrónica en los cuales se desarrolla
una discusión a partir de elementos propuestos por el profesor, en primera instancia, y derivados
del curso mismo de las conversaciones. Es decir, el profesor plantea uno o varios temas y los
estudiantes, al trabajar en ellos, generan focos de análisis y reflexión que dan origen a nuevas
discusiones, si bien todo gira en torno al tema principal. Los foros les brindan a los participantes la
posibilidad de planear sus intervenciones con base en las lecturas asignadas (si es el caso) y en los
aportes de sus compañeros. Además, puede (y debe) revisar y corregir antes de publicar para que
haya más claridad y logre con su intervención el propósito definido. Dependiendo de la plataforma
utilizada para el curso, el estudiante puede modificar su aporte después de haberlo publicado e
incluso retirarlo, siempre que el administrador del espacio así lo permita.
La tecnología le aporta a la educación en línea numerosos elementos para realizar un
seguimiento a los estudiantes: participación en los foros (asincronía), chat (sincronía), frecuencia
de entrada al ambiente virtual y balance de lectura de las intervenciones (estadísticas) y calidad de
las intervenciones, los cuales facilitan la evaluación integral y formativa.
Si bien en educación en línea se habla de la diferencia existente entre una evaluación “cara
a cara” y otra mediada por computador, los criterios de evaluación pueden ser tan amplios como
exigentes, de forma tal que el profesor pueda conocer tanto al estudiante como su desempeño a lo
largo del proceso y así lo valore cualitativa y cuantitativamente en términos que no disten de la
evaluación de procesos presenciales. La evaluación debe constituirse en una guía para que los
estudiantes orienten su desempeño teniendo en cuenta los estándares de aprobación
preestablecidos.
http://brandonromero17.blogspot.com.co/2015/11/historia-de-la-educacion-distancia.html
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